sábado, 28 de junio de 2008

Juan Agustín Goytisolo - "Nadie está solo" y "palabras para Julia"

NADIE ESTÁ SOLO Juan Agustín Goytisolo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado tan sólo por amar la libertad.
Ignoro dónde vive, qué lengua habla,
de qué color tiene la piel,
cómo se llama,
pero en este mismo instante,
cuando tus ojos leen mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos.
¿Oyes? Un hombre solo grita maniatado,
existe en algún sitio.
¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo.
Ahora, en este mismo instante,
también a ti y a mí nos tienen maniatados.



PALABRAS PARA JULIA
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.


Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre sólo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Estas palabras para Julia llegaron en un momento muy crítico y es así, como de casualidades y causalidades, como dice un buen tipo por ahí, vino a darme fuerza en el momento que lo requería más. Por ello, a veces creo en los dioses y sus mensajes divinos en estas casualidades. "Tu destino está en los demás..." , " Otros querrán tus canciones" y es verdad y quizás lo único que me da fuerzas en estos momentos de tanto dolor, en estos instantes que quisiera decir: "aquí me quedo".

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