miércoles, 1 de diciembre de 2010

Barrio Lejano, de Jiro Taniguchi


Leí este manga recientemente. Llegué a él por el libro "La elegancia del erizo", pero eso no viene al caso ahora. Si bien es cierto el recurso está usado y abusado, fue a través de esta historieta que reflexioné sobre mi pasado. Cuando creemos que todo lo que hicimos fue una equivocación, dan ganas de tener el poder para corregir el pasado o al menos para cerciorarnos que no había otra posibilidad.
Es la historia de un hombre maduro que un día cualquiera se ve transportado al barrio de su infancia y junto con eso, a la época de los catorce años cuando su padre abandonó a la familia. En medio de su esfuerzo por impedir o por entender la decisión del padre va recordando momentos de su vida, las clases, sus amigos, etc. De pronto me sentí parte de sus sentimientos, más que el del tema principal lo que me llamó la atención fue lo que iba experimentando en este acto nostálgico. La mirada madura sobre la vida estudiantil, sobre el hogar, aprovechar cada momento en la escuela para crecer. Sentí nostalgia de mi escuela...¡Qué ganas de volver atrás! Para enfrentar con madurez, para aprovechar cada momento en la escuela, con mis compañeros, con mi querido profesor de artes, con mi compañero, ése tan talentoso que tenía...ganas de haber expresado todo lo que sentí en aquella época tan difícil, por el contexto y por las consecuencias de él en mi hogar. Tal vez no debí haber dejado mi escuela modesta, tal vez debí haberme preparado ahí, quizás habría dado con la vocación correcta allí.
De pronto sentí que toda esa época se venía a mi mente con tanta nitidez y comencé a cambiar ciertas situaciones; a hablar con mi amiga, ésa que quise tanto y que me dañó profundamente; deseos de corregir, de borrar, de tomar las decisiones correctas. Y es que después de ver los dibujos de Taniguchi ya no me quedan dudas, lo que cultivó mi profesor en sus clases fue el arte y la literatura. Y yo erré el camino. Quizás no tenía el talento de mi compañero; pero tenía sensibilidad suficiente para apreciarlo, debí cultivarme en esa área. Ahora ha pasado el tiempo, lo mismo que al protagonista de la historia, ¿tendré posibilidad de salvarme?, ¿los dioses me darán una nueva oportunidad para esmerarme y ser feliz para poder descansar?

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